Trabajadores postales siguen obligados a trabajar, aunque se multipliquen los enfermos y ya existan muertos.

Los trabajadores postales están amenazados. La administración del servicio postal brasileño (Correios), cuidadosamente seleccionada por Bolsonaro, además de no garantizar condiciones básicas como cierre del servicio al publico, máscaras y reforma de los espacios de unidades de trabajo, se niega a garantizar a todos los trabajadores que necesitan el derecho a la cuarentena.

Nacionales | Sindical - April 22, 2020

               Los trabajadores postales están amenazados. La administración del servicio postal brasileño (Correios), cuidadosamente seleccionada por Bolsonaro, además de no garantizar condiciones básicas como cierre del servicio al publico, máscaras y reforma de los espacios de unidades de trabajo, se niega a garantizar a todos los trabajadores que necesitan el derecho a la cuarentena.

                Esta actuación es criminal contra la categoría. Los jefes de Correios y Bolsonaro son responsables de la muerte de los dos trabajadores que desafortunadamente no se resistieron a Covid-19, además de los incontables enfermos que se multiplican todas las semanas. También acosan moralmente aquellos que están en cuarentena, enviando mensajes a través de WhatsApp, correo electrónico y telegrama a hogares, siempre con chantaje para que vuelvan a sus trabajos, amenazando incluso a los padres y las madres para que vuelvan al trabajo y que abandonen a sus hijos y ancianos para correr el riesgo de infección.

Con aquellos que aún están trabajando, no tienen un plan para mitigar los riesgos de contagio. En los sectores laborales, a veces cientos de trabajadores viven juntos, manejando cartas y paquetes. Ni siquiera hay material que evite el contacto directo entre el cliente y el trabajador.

                Los que trabajan son cada vez más explotados y los que están en cuarentena están siendo hostigados y sufren amenazas de retirada de beneficios. Aquellos que trabajan y continúan haciendo que Correios funcione, son castigados por el miedo diario porque sabemos que más trabajadores se irán contaminando todos los dias al salir a las calles para trabajar. Ya hay muchos enfermos, hubo dos muertos y la pregunta es “quiénes serán los siguientes?”.

                Los servicios postales son esenciales en la lucha contra el Covid19: es necesario suspender las entregas postales y oficinas, y poner la logística postal al servicio de la lucha contra la pandemia.

                Para Bolsonaro, hasta pocos meses, el servicio postal debería ser privatizado. Ahora, con la crisis, el gobierno cambia todo y, para no garantizar el derecho a la cuarentena pagada de los trabajadores, ha decretado cínicamente que los servicios postales son esenciales. La gerencia de la empresa sigue esta línea y quiere que la categoría sea carne de cañón.

                Para nosotros, Correios siempre fue esencial. Una empresa pública con aproximadamente 100 mil empleados, con capacidad logística para atender a todas las ciudades del país. Esta estructura ahora debería centrarse en el transporte de artículos hospitalarios, medicamentos, alimentos. Esto sí sería utilizar la capacidad de la empresa para lo más esencial e inmediato.

¡Una vez más es hora de pelear! ¡En defensa de la vida, de la salud y del servicio postal público!

                Hay dos federaciones sindicales de los trabajadores postales em Brasil. Fentect (del PT/PSOL) y Findect (del PCdoB), y las dos, desde el comienzo de la pandemia, han tomado una postura cobarde. No luchan contra el acoso sobre quién está en cuarentena, ni realizaron acciones para exigir máscaras, guantes y epis básicos. Ni las muertes de trabajadores lograron cambiar esto, y plantean que todo sean demandas judiciales. Mientras esperan los tribunales, las vidas están en riesgo.

                Es por eso que defendemos que las asambleas deberían organizarse (cuidando y cumpliendo con todas las medidas de protección) y poner las cartas sobre la mesa: en ese momento, los servicios postales solo deben ayudar directamente a combatir la pandemia. Hoy en día, muchos trabajadores arriesgan sus vidas y la de sus familias para entregar paquetes comerciales, cartas, tarjetas de bancos y todo que nada tiene que ver con urgencia. Es un absurdo. Esta enorme estructura tiene que centrarse en ayudar la mayoria de la población.

No aceptamos el argumento de que las asambleas no pueden organizarse debido a la aglomeración. Primero, porque es totalmente posible y se puede hacer en un espacio público, con la distribución de máscaras, gel de alcohol, respetando la distancia mínima entre las personas. Segundo, que la realidad actual es que dentro de las agencias, centros de clasificación, distribución de cartas y pedidos, la categoría ya está expuesta, sin respetar ninguna de estas medidas.

                Solo la lucha de clase puede detener a este gobierno criminal y sus planes para destruir la empresa. Hay que luchar contra aquellos que ponen en riesgo nuestras vidas, que quieren destruir compañías estatales, que dicen en público que ocurrirán muertes y que no tienen nada que hacer porque la economía necesita funcionar. En contra de todo esto, más que antes, décimos: ¡Fuera Bolsonaro!