Todo el poder para el pueblo cubano. Libertad para presos políticos. Abajo el gobierno de Miguel Díaz-Canel

Miles de cubanos, que padecen hambre, desempleo, empeoramiento de la calidad de vida y falta de libertad, salieron a las calles de numerosas ciudades del país, exigiendo el fin del gobierno de Miguel Díaz-Canel y medidas concretas para mejorar las condiciones de la classe trabajadora. La revolución cubana de enero de 1959 es un ejemplo para el mundo, habiendo derrocado al dictador Fulgencio Batista y expulsado al imperialismo de la isla. Pero los logros de la revolución fueron apropiados por la burocracia castrista en el poder, hasta que se restableció el capitalismo mismo, desde la década de 1990. Sesenta y dos años después de la revolución, el pueblo sale a las calles para luchar contra quienes gobiernan en nombre de este legado, pero que destruyen todo lo que significó y conquistó la revolución de 1959.

Internacionales - July 19, 2021

Miles de cubanos, que padecen hambre, desempleo, empeoramiento de la calidad de vida y falta de libertad, salieron a las calles de numerosas ciudades del país, exigiendo el fin del gobierno de Miguel Díaz-Canel y medidas concretas para mejorar las condiciones de la classe trabajadora. La revolución cubana de enero de 1959 es un ejemplo para el mundo, habiendo derrocado al dictador Fulgencio Batista y expulsado al imperialismo de la isla. Pero los logros de la revolución fueron apropiados por la burocracia castrista en el poder, hasta que se restableció el capitalismo mismo, desde la década de 1990. Sesenta y dos años después de la revolución, el pueblo sale a las calles para luchar contra quienes gobiernan en nombre de este legado, pero que destruyen todo lo que significó y conquistó la revolución de 1959.

Los que protestan en las calles no son agentes de la CIA ni provocadores estadounidenses. Son trabajadores, maestros, enfermeras, médicos, jóvenes y todos los sectores de trabajadores, que sienten que su dinero ya no vale para nada y que no pueden obtener alimentos, combustible, prendas de vestir, etc. Y cientos de estos trabajadores fueron detenidos por el gobierno dictatorial de Díaz-Canel, que también reprimió a quienes protestaban pacíficamente con agresiones y gas pimienta.

Las masas que luchan en Cuba tienen razón en protestar, como cualquier trabajador que lucha por los mismos derechos y mejoras en todo el mundo, contra sus gobiernos. Por eso, apoyamos incondicionalmente la lucha del pueblo cubano, exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos por luchar y repudiamos los ataques a los manifestantes, la represión, la falta de libertad de expresión, manifestación y organización del pueblo cubano. Incluso los activistas que fueron detenidos y ahora están en libertad están, en la práctica, bajo arresto domiciliario, como es el caso de Frank García Hernández, historiador marxista cubano.

Abajo el bloqueo económico y derrocar a la burguesía del poder

Cuba sufre un criminal embargo económico, que limita la exportación de sus productos, la compra de materiales internacionales e incluso la libre circulación de dinero. Estados Unidos practica el terrorismo de Estado contra Cuba y su pueblo, empobreciendo al país y, por tanto, son los mayores enemigos de los trabajadores cubanos. El bloqueo debe terminar con urgencia y no se puede aceptar ninguna injerencia del imperialismo en Cuba.

Pero no todos los cubanos están viviendo mal, y mucho menos son todos los que sufren las restricciones del embargo de la misma manera. Los líderes del gobierno cubano, provenientes de la burocracia del Partido Comunista (que, de comunista, solo tiene el nombre y los símbolos), impulsaron la restauración del capitalismo y, hoy, los principales sectores de la economía de Cuba son controlados por el capital privado, y sus dueños son cubanos y extranjeros, asociados a multinacionales. La existencia del bloqueo económico hace aún más necesario derrocar a los gobernantes y burgueses que viven en privilegios y lujos mientras el pueblo tiene cada vez menos.

La economía cubana se basa en la propiedad privada o la asociación con un estado capitalista en todos los negocios importantes, desde el turismo hasta las empresas comerciales e incluso el campo, objeto de una gran apertura capitalista reciente. Empresas mineras, empresas de comunicación, tecnología e industria; todos privados y casi siempre multinacionales, también explotan la riqueza de Cuba y su clase obrera, en asociación y autorizados por los gobernantes cubanos.

La última medida de la burguesía cubana que controla al gobierno de manera dictatorial, usando el nombre del Partido Comunista, fue una megadevaluación del peso cubano en enero de este año, en un proceso que generó una alta inflación que ahora es una de las principales razones de las protestas que vemos en las calles. La llamada “unificación monetaria”, anunciada para acabar con el peso convertible utilizado por los extranjeros y equivalente al dólar, sirvió para beneficiar a sectores que lucran con el comercio internacional de importación y exportación, además de ser un requisito “del mercado”. Pero fue desastroso para la gente: subieron los precios de todos los productos, se disparó la inflación y el peso cubano vale mucho menos.

Por una nueva revolución socialista, controlada por la base de los trabajadores

La lucha de los cubanos es contra los efectos de este ataque y contra todos los efectos de la crisis capitalista y su gobierno capitalista, así como esta es la razón de innumerables manifestaciones que se realizan en todo el mundo, contra ataques similares de otros gobiernos, generando la mismas consecuencias dolorosas contra los trabajadores, mientras los grandes empresarios siguen beneficiándose cada vez más. La lucha en Cuba, como en el mundo, es una lucha contra este sistema capitalista de concentración de los capitales, explotación y apropiación privada de la producción colectiva.

Muchos cubanos todavía apoyan al gobierno. El odio legítimo al imperialismo estadounidense les hace perdonar muchos de los graves problemas cubanos, así como vemos a muchos activistas honestos apoyando a López Obrador en México, a Lula en Brasil, al MAS en Bolivia, etc. La ausencia de una dirección revolucionaria y la falta de perspectivas de tener una vida libre de explotación, represión y capitalismo, hace que muchos trabajadores sigan prefiriendo el “mal menor” ante la posibilidad de empeorar aún más. Pero este apoyo se basa en el miedo y la desesperación y, en su mayor parte, no ignora los errores y crímenes de estos gobiernos.

Prueba de ello fue que incluso el sector de masas que salió a las calles para defender al régimen, luego de las grandes manifestaciones en su contra, lo hizo de manera democrática, sin aceptar la citación criminal del gobierno dictatorial de Miguel Díaz-Canel, que instigó a los cubanos a enfrentar y disolver las manifestaciones populares contra el gobierno, como si fueron bandas paramilitares.

En Cuba, los dirigentes estatales y los empresarios trabajan juntos y viven en la riqueza, mientras que la mayoría de la gente vive cada vez más en la pobreza. Solo hay una forma de combatir los efectos de la crisis capitalista en Cuba (agravada por el embargo económico y la pandemia): expropiar todas las empresas privadas, los bancos, el sector turístico y colectivizar la tierra, acabando con la burguesía cubana y extranjera.

Las demandas económicas y democráticas de los manifestantes son muy justas y llevan cada vez más gente a las calles. Pero solo se pueden cumplir si están juntos en la lucha por acabar con el capitalismo en Cuba, que solo puede suceder con el derrocamiento del gobierno burgués de Miguel Díaz-Canel y los empresarios que lo apoyan.

Se necesita una nueva revolución socialista en Cuba, con la toma del poder para deshacer todas las medidas contrarrevolucionarias, privatistas y neoliberales adoptadas en los últimos 30 años en el país, y, esta vez, construir un gobierno obrero y popular basado en la democracia obrera, con comités populares y el armamento del proletariado, por un país sin explotación, opresión, machismo, racismo, LBGT+fobia, represión de la clase obrera ni burocracia. ¡Todo el poder para la clase trabajadora y sus organismo!

– ¡Todo el apoyo a las manifestaciones de los trabajadores y jóvenes cubanos!

– Abajo Miguel Díaz-Canel y la dictadura burguesa.

– Libertad total para todos los presos políticos, por el derecho a la libertad de expresión, manifestación y organización de todos los trabajadores.

– Expropiación de toda la burguesía cubana y extranjera. Nacionalizar multinacionales y empresas privadas en Cuba, bajo control de los trabajadores. Colectivización de tierras.

– Monopolio del comercio exterior en manos de un gobierno obrero y popular, basado en la democracia obrera.

– Fuera el imperialismo. Poner fin a la prisión de Guantánamo y recuperar la soberanía cubana sobre todo su territorio.

– Abajo el embargo económico terrorista.– ¡Por una nueva revolución socialista en Cuba!