¡NOS QUEREMOS VIVAS! ¡NO MÁS FEMINICIDIO E IMPUNIDAD!

Cada 9 horas, una mujer murió en Brasil durante la pandemia. En enero, durante solo 48 horas, se registraron 6 casos de feminicidio con amplia repercusión en los medios de comunicación. El final del año 2020 registró una de las tasas más altas de feminicidio desde la tipificación del delito.

Si 2020 terminó con tasas extremadamente altas de violencia contra las mujeres, 2021 continua de la misma manera. Los expertos justifican el aumento exacerbado del número de casos por la impunidad garantizada. Exmaridos, compañeros que no aceptan el fin de una relación y una sociedad machista, que silencia la voz de la mujer y la pone en un callejón sin salida.

El absurdo de la impunidad está muy claro en las noticias: el perpetrador, un delincuente, es sorprendido en el acto, pero, después de pagar una fianza de un salario mínimo, es liberado. Sale por la puerta principal de la comisaría como si no hubiera cometido ningún delito.

La vida de la mujer se considera desechable.

La lucha de las mujeres, la violencia contra las mujeres, toda la opresión que sufren las mujeres es, vergonzosamente, trivializada en la vida cotidiana. La crisis global del capitalismo causa un daño irreparable a la lucha feminista. El aumento del desempleo, la dependencia económica de la pareja, la tripla jornada com trabajo doméstico y los hijos em casa por el aislamiento, la mayor convivencia con el agresor … ¡La casa se ha convertido en el lugar más peligroso para las mujeres!

¡Las tasas de violencia contra las mujeres son alarmantes! En el primer semestre de 2020, el país registró 648 feminicidios, un 1,9% más que en el mismo período de 2019, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP). En julio, la ONU emitió una advertencia de que seis meses de aislamiento podrían generar 31 millones de casos adicionales de violencia sexista en el mundo y siete millones de embarazos no deseados.

Solo en los primeros 10 días de este año, 44 ​​mujeres fueron asesinadas. Se reportaron 67 casos de feminicidio, 44 ​​de los cuales se consumaron y 23 se intentaron, en 61 ciudades de 18 estados. Sumando enero y febrero, la estimación es que ¡más de 300 mujeres han sido asesinadas solo por ser mujeres! ¡Sin mencionar el subregistro! ¡Un número absurdo! ¡ES una barbarie!

Los crímenes son impactantes, pero no son de extrañar para quién sigue la situación de violencia contra las mujeres en el país, en el que los crímenes se justifican por la “conducta de la víctima”. La sociedad patriarcal siempre culpa a las mujeres por lo sucedido, con el fin de justificar el acto realizado por el agresor.

¡Nuevamente, el machismo estructural arraigado en las instituiciones burguesas explota, oprime y acaba con la vida de las mujeres! La opresión que sufren las mujeres, frente a estas instituciones que deben acoger y no alentar y ratificar el machismo estructural, está ostensiblemente abierta en la vida cotidiana.

Un movimiento feminista revolucionario es fundamental, que incluya mujeres negras, madres solteras, trans, desempleadas, pobres … Un movimiento de la clase trabajadora. Por eso surgió la Acción Feminista – Benedita Farias, un movimiento de lucha de mujeres, ¡de manera democrática y de base!

El capitalismo no puede sobrevivir sin machismo. Las entidades burguesas siempre estarán a favor del machismo, y por eso, la lucha por la libertad de las mujeres va de la mano de la lucha por la liberación de toda la clase obrera.

La lucha de las mujeres debe ser un acto revolucionario y es urgente. Solo ella puede acabar con la violencia contra las mujeres, a través de la acción feminista directa, en las calles, en la lucha de todos los explotados contra el capitalismo. ¡La liberación de la mujer es un tema social, de toda la clase obrera, de todos los oprimidos por el capitalismo!

¡Acción Feminista en las calles!

¡Por la liberación de las mujeres!

¡FUERA BOLSONARO/MOURÃO! ¡Fuera Todos!