Las mujeres de todo el mundo deben luchar por el derecho al aborto en los Estados Unidos

“Basta una crisis política, económica o religiosa para que se cuestionen los derechos de las mujeres. Estos derechos no son permanentes”. (Simone de Beauvoir)

El 24 de junio, la Corte Suprema de los EE. UU. cambió por completo su decisión histórica en el caso Roe v Wade, que otorgaba a las mujeres el derecho a un aborto legal. La decisión de 1973 garantizó a las mujeres el derecho a interrumpir un embarazo hasta la semana 28 del embarazo. Fue una decisión muy importante, a raíz de la lucha feminista que había cobrado un fuerte impulso desde finales de la década de 1960. El revés de esta decisión casi 50 años después demuestra que, bajo el capitalismo, todos los avances logrados pueden retirarse en cualquier otro momento. La prohibición convierte a Estados Unidos en uno de los cuatro países que han revertido el derecho al aborto desde 1994. Los otros tres son Polonia, El Salvador y Nicaragua.

Mujeres - August 23, 2022

“Basta una crisis política, económica o religiosa para que se cuestionen los derechos de las mujeres. Estos derechos no son permanentes”. (Simone de Beauvoir)

El 24 de junio, la Corte Suprema de los EE. UU. cambió por completo su decisión histórica en el caso Roe v Wade, que otorgaba a las mujeres el derecho a un aborto legal. La decisión de 1973 garantizó a las mujeres el derecho a interrumpir un embarazo hasta la semana 28 del embarazo. Fue una decisión muy importante, a raíz de la lucha feminista que había cobrado un fuerte impulso desde finales de la década de 1960. El revés de esta decisión casi 50 años después demuestra que, bajo el capitalismo, todos los avances logrados pueden retirarse en cualquier otro momento. La prohibición convierte a Estados Unidos en uno de los cuatro países que han revertido el derecho al aborto desde 1994. Los otros tres son Polonia, El Salvador y Nicaragua.

Con el nuevo fallo de la Corte Suprema, más de la mitad de los estados de EE. UU. pueden prohibir el procedimiento de inmediato, llegando a millones de mujeres amenazadas de perder un derecho básico. Hay trece estados que ya tienen prohibiciones del aborto listas para seren votadas o ya apruebadas, y muchos otros estados tienen proyectos de parlamentarios reaccionarios con propuestas similares en la misma dirección.

La reversión votada por la Corte Suprema va en contra del apoyo popular al derecho al aborto. Cuando se declaró legal el aborto en 1973, muchas menos personas apoyaban este derecho. Ahora, en 2022, el 85 % de los estadounidenses creen que la interrupción del embarazo es un derecho de la mujer y debería ser legal en la mayoría o en todas las circunstancias. De esta forma, la decisión, además de un ataque a la mujer, es contradictoria y totalmente antidemocrática. Y va en sentido contrario a un número mucho mayor de países que recientemente han despenalizado o legalizado el derecho al aborto, como Irlanda, Nueva Zelanda, Argentina, Colombia y México.

En Brasil, los derechos de las mujeres como el acceso a la educación escolar, universitaria, el derecho al voto, el divorcio, las protecciones contra la violencia contra la mujer, la Ley de Femicidio, la tipificación penal del acoso sexual, todos fueron conquistados con mucho esfuerzo. Y así debe continuar. Tanto para mantener y ampliar el alcance de estos derechos, como para obtener otros, como la legalización del aborto (que en Brasil sigue siendo ilegal, con pocas excepciones), se necesita mucha lucha en las calles, de las mujeres y de toda la clase obrera.

Y en caso de que se pierda el derecho al aborto en todo EE.UU., todas las mujeres y trabajadores del mundo deben alzar la voz y salir a la calle, ya que el impacto negativo de una decisión en el país más rico del mundo puede tener un efecto desastroso sobre todas las demás regiones. El retroceso a los derechos reproductivos en la mayor potencia capitalista es un reflejo de la opresión y explotación de los cuerpos femeninos.

Penalizar el aborto es una violación de los derechos humanos, reproductivos y de salud. Es el control del Estado sobre el cuerpo de las mujeres y un desprecio atroz por la cantidad de muertes que serían evitables si se legalizara el aborto en todo el mundo. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada día mueren 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo. En países donde el derecho al aborto es ilegal, las mujeres tienen 275 veces más probabilidades de morir que en países donde es legal. Cada día más del aborto ilegal representa más mujeres muertas en el mundo.

¡Por lo tanto, es urgente legalizar el aborto en todos los países! Y defender el regreso del aborto legal en todo EE.UU. Con la presión popular y feminista contra la decisión de la Corte Suprema, el presidente Joe Biden se vio obligado a emitir el 3 de agosto un decreto con garantías legales para las mujeres que decidan abortar. La orden ejecutiva garantiza fondos para que las mujeres que viven en estados donde el aborto está prohibido puedan viajar a otros estados donde es legal; entre otras medidas. El día anterior, el pueblo de Kansas dijo “¡no!” en un referéndum que pretendía ilegalizar el aborto en este estado, en una victoria para las mujeres.

Pero las mujeres y la clase trabajadora no pueden esperar que Biden resuelva sus demandas, ni pueden simplemente estar a la defensiva, solamente tratando de evitar que más estados prohíban el aborto. Es necesario pasar a la ofensiva y exigir a Biden, al Congreso y a la Corte Suprema la legalización total del aborto en todas las circunstancias, de manera pública y gratuita. ¡La lucha de las mujeres es una lucha de toda la clase obrera! Contra el patriarcado, contra el machismo estructural, contra la violencia contra la mujer y contra el capitalismo. ¡Por el derecho a decidir! La lucha de las mujeres siempre ha estado en las calles, y cada derecho ganado ha sido a través de la movilización directa. ¡Vamos a las calles! ¡Por el derecho de elección! ¡Por la legalización del aborto!