Fuera las tropas rusas invasoras de Ucrania. Por el derecho a la soberanía nacional y la autodeterminación del pueblo ucraniano.

"Nota del Equipo internacional del MRS" Rusia ha invadido Ucrania y ahora está a punto de tomar el control de la capital del país, Kiev. Este ataque es una agresión contra un país independiente (aunque sea oprimido por el imperialismo, como casi el mundo entero) y los trabajadores del país. Es fundamental brindar apoyo"Nota del Equipo internacional del MRS" incondicional al pueblo de Ucrania para derrotar a los invasores rusos y su guerra de opresión y explotación nacional. Esta defensa del territorio y del pueblo ucraniano debe ser asumida por los propios trabajadores, que deben armarse de inmediato.

Internacionales - February 27, 2022

“Nota del Equipo internacional del MRS”

Rusia ha invadido Ucrania y ahora está a punto de tomar el control de la capital del país, Kiev. Este ataque es una agresión contra un país independiente (aunque sea oprimido por el imperialismo, como casi el mundo entero) y los trabajadores del país. Es fundamental brindar apoyo”Nota del Equipo internacional del MRS” incondicional al pueblo de Ucrania para derrotar a los invasores rusos y su guerra de opresión y explotación nacional. Esta defensa del territorio y del pueblo ucraniano debe ser asumida por los propios trabajadores, que deben armarse de inmediato.

Incluso si Putin fuera un gobierno capitalista de “izquierda”, la agresión de Rusia ya sería inadmisible y un crimen internacional. Pero Putin es un dictador de derecha, enemigo de la izquierda, los trabajadores y los oprimidos. Bajo el gobierno de Putin, la homosexualidad ha sido criminalizada y los opositores al régimen son ejecutados o encarcelados. No hay elecciones libres y mucho menos libertad sindical o de acción política. El gobierno de Putin mantiene una opresión violenta contra los chechenos y otras minorías étnicas, además de la injerencia contra la soberanía nacional y el derecho a la lucha de los pueblos vecinos. Rusia apoya a los dictadores que controlan Bielorrusia y Kazajstán, y todos aplastaron de modo violento las revoluciones en estos países, donde los trabajadores lucharon contra el desempleo, la falta de derechos sociales y de libertad.

En el resto del mundo, la Rusia de Putin apoya las dictaduras burguesas de derecha en Nicaragua, Venezuela, África y Asia, en particular su intervención en Siria, para bombardear a los combatientes kurdos y sirios, protegendo al gobierno genocida de Assad e indirectamente ayudando incluso a los fundamentalistas del Estado Islámico, que estaba siendo aplastado por las guerrillas revolucionarias kurdas.

En todos los aspectos, es necesario condenar completamente la invasión rusa de Ucrania. No caemos en la simplificación burguesa de apoyar una Ucrania “democrática” contra una Rusia “dictatorial”. Este no es el criterio que determina el lado de los revolucionarios en un conflicto. Tanto es así que si la agresión fuera la contraria, de Ucrania contra Rusia, estaríamos apoyando a Rusia, incluso bajo el gobierno de Putin. Pero el invasor es Rusia. Y esta ocupación debe ser repudiada con todas nuestras fuerzas, diplomática, política, económica y militarmente.

Putin justifica que Ucrania estaría llena de nazis y su invasión sería para desnazizar el país. Pero Putin es la expresión del chovinismo gran ruso, una política nacionalista de someter a los pueblos de la región al control ruso. El gobierno ruso es profundamente anticomunista y enemigo de la izquierda rusa y mundial, incluyendo la eliminación física de los opositores. También es un gobierno machista y homofóbico. Entonces, ¿quién está cerca del nazismo?

Ucrania está gobernada por grupos de derecha. Así como Rusia. A Putin nunca le importó el supuesto “gobierno nazi” de Ucrania hasta que arregló el pretexto de la ocupación en base a la posibilidad de que el país ingresara en la OTAN. Si Ucrania hubiera estado dominada por los nazis, habría sido un crimen imperdonable permitir tal situación durante tantos años. De hecho, Rusia trata a Ucrania y otros países de la región como sus semicolonias, explotando su mano de obra y controlando la economía y la política de estos países, y la actual invasión es parte de este proyecto de opresión nacional bajo violencia contra los pueblos no rusos.

La crisis económica mundial del capitalismo llevó al aumento del desempleo y la crisis social en todo el mundo. En respuesta, las revoluciones se multiplicaron en todo el mundo en los últimos años y millones de trabajadores salieron a las calles para derrocar a sus gobiernos en el mundo árabe, África, América y Asia. El papel de Rusia, en esta situación, siempre ha sido ayudar a reprimir activistas y aplastar revoluciones en todos los países donde tenía gobiernos nacionales aliados. Así fue en Siria, Bielorrusia y Kazajstán.

En Ucrania, Putin intentó hacer lo mismo, pero fue derrotado junto con el gobierno ucraniano subordinado a Rusia. El desenlace de esta revolución, por la ausencia de una dirección revolucionaria, fue lamentablemente el surgimiento de un nuevo gobierno burgués, tan enemigo del pueblo como el anterior. Sin embargo, el hecho de que una revolución, sin una dirección socialista coherente, sea asumida por líderes burgueses oportunistas, no anula que hubo un levantamiento popular cuya nuestra obligación era apoyarlo.

Para los neostalinistas de hoy, si una lucha obrera o popular es derrotada y en su lugar llega un gobierno burgués, todo el proceso debe ser condenado. Así, ellos no apoyan revoluciones ni luchas contra ningún gobierno burgués de “izquierda”, por mucho que masacren a los trabajadores. Están en contra de derrocar -y apoyan – a los gobiernos de Assad, Gadafi, Putin, Maduro, Ortega, López Obrador, Dilma, los Kirchner, etc. Todo lo contrario a la política revolucionaria de abogar por el derrocamiento de todos ellos y la movilización popular para ello.
 
¡Abajo el imperialismo y el gobierno de Volodymyr Zelensky! ¡Cerrar las bases estadounidenses en Europa y disolver la OTAN!

El futuro de Ucrania debe ser decidido por los propios ucranianos. Para ello, la tarea más inmediata es expulsar a las tropas rusas invasoras. No puede haber independencia con soldados rusos, tanques y bombas sobre Ucrania. Pero no sirve solamente expulsar a los agresores. ¡Es necesario derrocar al gobierno de Volodymyr Zelensky! Y expulsar a todos los soldados, espías y “asesores” de la CIA, Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra y todos los demás países imperialistas, bajo la bandera de la OTAN.

El gobierno de Ucrania también es enemigo de la clase obrera de su país y del mundo entero, incluso estando en connivencia todo el tiempo con la preparación de la ocupación rusa del país. Para expulsar a las tropas rusas hay que luchar en unidad militar con todos los que quieren repeler la agresión, pero al mismo tiempo luchar por el fin del gobierno proimperialista de Ucrania, incapaz de defender la autodeterminación del país.

Condenamos a los gobiernos que se dicen de izquierda, como los de Maduro, Ortega y en Cuba, entre otros, que se colocan al lado de Putin contra el pueblo ucraniano. Defenden un dictador asesino de derecha porque así también lo son.

Ya en todo el mundo sectores de masas están el las calles, luchando contra sus gobiernos y el imperialismo, combatiendo sus ataques a derechos, el desempleo y los efectos de la crisis económica mundial. Ahora, hay que plantearles coordinación nacional y regional para fortalecer las protestas y coordinar de manera nacional, regional y mundial la derrota de los agresores, sin confiar en los demás países burgueses, mucho menos en los imperialistas, ni en sus aparatos como OTAN y ONU, ni en acuerdos entre direcciones.

  • Fuera tropas de ocupación rusas de Ucrania.
  • Luchar contra la agresión rusa, con apoyo de todos los medios posibles a la resistencia ucraniana.
  • Por la unidad de la clase obrera entre sí y el armamento del proletariado para enfrentar las tropas de Putin y construir un gobierno de trabajadores y soldados.
  • Por la disolución de la OTAN y la expulsión de todas las tropas imperialistas alrededor del mundo. Por el cierre de todas las bases estadounidenses en el extranjero.
  • Por la disolución de la alianza militar CSTO, utilizada por Rusia para masacrar las protestas y revoluciones de los pueblos vecinos.