¡FUERA BOLSONARO! Los trabajadores y los jóvenes salen a las calles de todo Brasil por vacunación, empleo, salario y el derrocamiento del gobierno.

Todos los estados y el Distrito Federal registraron manifestaciones contra el gobierno de Bolsonaro este sábado 29 de mayo. Fueron las mayores manifestaciones desde que comenzó la pandemia en el país, en marzo de 2020. El eje de las movilizaciones fue exigir el derrocamiento del gobierno de Bolsonaro/Mourão y la vacunación masiva contra el Covid-19, que ya ha matado a casi 500 mil brasileños.

Internacionales - May 31, 2021

Todos los estados y el Distrito Federal registraron manifestaciones contra el gobierno de Bolsonaro este sábado 29 de mayo. Fueron las mayores manifestaciones desde que comenzó la pandemia en el país, en marzo de 2020. El eje de las movilizaciones fue exigir el derrocamiento del gobierno de Bolsonaro/Mourão y la vacunación masiva contra el Covid-19, que ya ha matado a casi 500 mil brasileños.

La Comisión Parlamentar de Investigación (CPI) que se ha instalado en el Senado para analisar los posibles crímenes en la gestión contra el Covid, es un circo para dar protagonismo a los senadores que también son los culpables de la crisis que vive Brasil. Pero si bien el papel criminal de Bolsonaro durante la pandemia no sorprende a casi nadie, las declaraciones e investigaciones de la CPI están reiterando que Bolsonaro es un genocida, que a sabiendas se negó a comprar vacunas, boicoteó medidas de prevención y gastó dinero público en campañas y compra de medicamentos que sirven para nada, matando y provocando secuelas en muchas personas.

Los hechos del 29 de mayo demostraron que no basta con un informe del Senado que diga que Bolsonaro es un criminal, sin consecuencias prácticas. Las calles deben imponer el derrocamiento y arresto de este asesino en masa. Es imposible exigir la aceleración de las medidas de vacunación o de salud que garanticen la vida de los brasileños con Bolsonaro como presidente. El Fuera Bolsonaro es la medida más urgente para defender la vida, el empleo y el salario de los brasileños.

Y solo la acción directa de la clase obrera, la juventud y todos los explotados y oprimidos puede acabar con este gobierno, ya que la CPI acabará en nada, como siempre; y la espera de las elecciones de 2022 tampoco logrará algo, ya que las opciones electorales serán más de lo mismo, además de que, hasta entonces, pueden morir cientos de miles de trabajadores más.

Cientos de miles en las calles muestran el camino. Huelga General por un gobierno de los trabajadores.

Las manifestaciones en São Paulo y Río de Janeiro fueron enormes. Pero en las otras 24 capitales estatales y en la capital federal Brasilia, hubo actos con mucha gente. También hubo movilizaciones en más de otras 200 ciudades del interior de los estados. ¡Se ha roto la parálisis de las luchas! Pero ahora es necesario continuar.

Durante más de un año, las centrales sindicales, la mayoría de los sindicatos, las asociaciones de vecinos, los cuerpos estudiantiles y los partidos políticos se han negado a convocar luchas.

Mientras millones de trabajadores salieron a las calles en Estados Unidos contra el racismo y la violencia policial, después del asesinato de George Floyd, a pesar de que la pandemia matava a miles de estadounidenses todos los días; la “izquierda” brasileña siguió cruzando los brazos ante las muertes y el hambre que crecian. En Colombia, las masas iniciaron una revolución para derrocar al gobierno de Duque y poner fin a su reforma fiscal, que elevó los impuestos a los más pobres. Pero, en Brasil, la gasolina llegó a US$ 1,5 el litro, los precios se dispararon y el desempleo se multiplicó, ¡sin que las direcciones de las entidades hicieran nada!

Las manifestaciones que existieron entre tanto fueron realizadas por sectores más “independientes” del gran aparato burocrático, como fue el caso de las marchas “antifascistas” impulsadas por hinchadas de fútbol; o por conductores y repartidores de aplicaciones, contra el aumento de combustibles. Estos sectores han mostrado el camino. Y ahora, finalmente, el 29 de mayo unificó a varios sectores en una lucha conjunta y nacional, con su centro en el Fuera Bolsonaro. ¡Este es el camino!

Los 27 gobernadores estatales, de todos los partidos, son cómplices de Bolsonaro en el genocidio, no invirtieron adecuadamente en salud y abrieron la economía para complacer a los grandes empresarios y matar el pueblo. Pero, además del papel históricamente burgués o traidor de la “izquierda” brasileña, y la parálisis total de sindicatos y partidos en el último año, el día 29/05 todavía dejó más claro aún el carácter truculento de los gobiernos estatales de izquierda. La Policía Militar de Pernambuco, estado gobernado por Paulo Câmara (del Partido Socialista Brasileño, que se espera que se fusione con el Partido Comunista de Brasil) disparó balas de goma contra los manifestantes en Recife, además de golpear a los activistas y atacar con gases lacrimógenos. Un trabajador, que ni siquiera participó en la protesta, perdió un ojo tras recibir un disparo de bala de goma en la cara.

Una vez más, este episodio mostró que no habrá ninguna mejora en la vida de nadie a través de la votación. En las elecciones, decenas de partidos compiten con el mismo programa: defender las empresas capitalistas, preservar las instituciones burguesas y atacar los derechos de los trabajadores. ¡El terreno de nuestra lucha está en las calles! Y el 29/05 fue el comienzo de lo que debe ser un movimiento aún más fuerte. 

Ahora, es necesario paralizar Brasil con una Huelga General por tiempo indefinido, hasta el derrocamiento de este gobierno, la vacunación completa de la población y la implementación de un plan de emergencia para los trabajadores, que garantice pleno empleo, inversiones sociales, aumento salarial y reanudación de derechos perdidos.