En defensa del derecho a la libre expresión ¡No a la criminalización de la solidaridad con Palestina!

Gracias al rechazo internacional y a las movilizaciones dentro del propio Israel, la ofensiva militar para despojar al pueblo palestino de un tercio de los territorios de Cisjordania fue suspendida el 1 de Julio. La anexión de Cisjordania forma parte del plan de Donald Trump conocido como The Vision (La Visión), el pretendido “acuerdo del siglo” presentado en febrero de este año, con el que Trump pretendía reforzar su imagen para encarar el año electoral y conseguir la reelección.

Internacionales - September 19, 2020

Gracias al rechazo internacional y a las movilizaciones dentro del propio Israel, la ofensiva militar para despojar al pueblo palestino de un tercio de los territorios de Cisjordania fue suspendida el 1 de Julio. La anexión de Cisjordania forma parte del plan de Donald Trump conocido como The Vision (La Visión), el pretendido “acuerdo del siglo” presentado en febrero de este año, con el que Trump pretendía reforzar su imagen para encarar el año electoral y conseguir la reelección.

Trump pretendía darle los territorios de Cisjordania a Israel -donde se encuentra Jerusalén, ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes-, a cambio de colaborar con ayuda económica para lo que quede del Estado Palestino y sus habitantes, condenados a vivir en verdaderos guetos. De esta manera, el presidente norteamericano cumpliría con la promesa que hiciera en 2017, de convertir a Jerusalén en la capital de Israel (hoy lo es Tel Aviv). Pero de ninguna manera los palestinos cederán sus territorios, como tampoco dejarán que Israel los expulse de la ciudad sagrada de Jerusalén.

Sin embargo, el plan colonialista de Trump, que le vino como anillo al dedo a un cada vez más cuestionado Netanyahu, procesado judicialmente por corrupción, choca nuevamente con un movimiento de solidaridad con Palestina que, aunque a veces parece perder intensidad y dividido por el enfrentamiento entre las organizaciones palestinas que dirigen la Franja de Gaza (Hamas) y Cisjordania (Fatah), continúa existiendo y movilizándose, poniendo freno a los planes expansionistas de Israel.

Para el avance del plan de Trump y Netanyahu, es de vital importancia que frenen la solidaridad internacional con la lucha del pueblo Palestino y es al servicio de esta tarea que la International Holocaust Remembrance Alliance (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto) impulsa la adopción de una nueva definición de antisemitismo en los sistemas jurídicos de los países miembros, con el fin de llevar ante la justicia a los que se movilicen y denuncien la política expansionista de Israel y sus crímenes de estado. Una violencia que sufren las masas palestinas desde la creación del Estado de Israel hace ya más de 70 años, y que se sostuvo en la mentira de que Palestina estaba deshabitada, a la espera de un pueblo sin tierra (el pueblo judío). Pero esta farsa ya es insostenible y hoy día son millones en todo el mundo los que reconocen a Palestina el derecho a existir, y exigen al Estado israelí que ¡detenga el genocidio!

Es para acallar esas voces que los sionistas crearon la IHRA, una organización comandada por Israel y de la que son miembros treinta y una naciones entre las que se encuentran Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Inglaterra, Alemania; además de otras veintiséis naciones europeas y Argentina (único representante de la IHRA en Latinoamérica). Y es en este último país que, en junio de este año, se aprobó la nueva definición de antisemitismo para equipararla con el anti sionismo y transformarla en ley.

¿En qué consiste la modificación propuesta por la IHRA? “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto.”

Se trata de una maniobra para igualar el antisemitismo que es una forma de racismo contra los pueblos de origen semita, y en particular contra los judíos, que rechazamos y repudiamos. Con la condena al sionismo, que es el movimiento político que encabezó la creación del Estado de Israel con el apoyo de la ONU en 1948, y desde entonces mantienen la ocupación del territorio habitado por palestinos y otros pueblos árabes, aplicando la tortura, persecución y genocidio.

Esta modificación legal, que equipara a las instituciones de la religión judía y de su tradición cultural con las instituciones de gobierno del Estado de Israel y su accionar político; será utilizada para encubrir aún más la opresión, explotación y el genocidio que sufre el pueblo palestino a manos del gobierno, el Parlamento y el propio ejército de Israel, garantizando la inmunidad de sus acciones e impunidad para criminalizar a quienes se opongan a su política y se solidaricen con la causa Palestina.

El origen y la existencia del Estado de Israel están íntimamente ligados a los intereses geopolíticos de las potencias occidentales. Por esa razón Israel actúa como gendarme de Estados Unidos, apuntando su fusil sobre los pueblos de Medio Oriente y ayudando a mantener el statu quo sobre una región profundamente antiestadounidense, con enormes y estratégicas reservas de petróleo. Esta es la razón por la que las potencias imperialistas adoptan naturalmente y sin restricciones las políticas que ayudan a la existencia del Estado de Israel, aun tratándose de un estado religioso donde la condición de ser o no judío determina el acceso pleno a las libertades democráticas Esta es una cuestión que debiera ser motivo de rechazo especialmente para las naciones europeas y americanas que, tras derrotar a las monarquías feudales y a la Iglesia Católica, dieron origen a una profunda tradición que separa a la Iglesia del Estado. La connivencia con Israel, y el rechazo a los estados teocráticos musulmanes son una muestra más de la doble moral de las potencias imperialistas; para quienes los valores y principios democráticos no son universales, sino simples monedas de cambio en función de sus intereses

¡Debemos detener la ofensiva sionista sobre la legislación que ya logró un avance en Francia, Argentina, Italia, España, y se impulsa en el resto de los países!

Mientras los gobiernos de todo el mundo miran hacia otro lado, el Estado de Israel somete al pueblo palestino con armas, muros y leyes que nada tienen que envidiarle al régimen nazi o del apartheid ocurrido en Sudáfrica. ¡No vamos a ser cómplices de Trump y Netanyahu!

En manos de las organizaciones democráticas y defensoras de los derechos de los pueblos está la posibilidad de frenar el atropello de Israel.

¡Por la más amplia unidad para exigir el pronunciamiento de todos los gobiernos en repudio a esta nueva definición de antisemitismo que busca criminalizar al activismo solidario con la lucha palestina!! Y reclamar que todos los países rechacen los acuerdos contra los derechos y garantías individuales de sus ciudadanos de movilizar y denunciar.

-fin-