¡Covid-19 mató a 200.000 en Brasil y a 2 millones en todo el mundo!

La pandemia más grande en décadas ha matado oficialmente al menos a 2 millones de personas en el mundo. Solo en Rusia, en una “corrección” de los datos, los muertos reconocidos saltaron de 55.000 a 186.000 en el país, de un día para otro. Y este subregistro se está produciendo en todo el mundo. Si China, varios otros países de Asia y África, y otros como el propio Brasil, presentaran las cifras reales, veríamos que puede haber más de 3 millones de muertes por la enfermedad.

Solo en Brasil, hubo 200,011 muertes por Covid-19 el 7 de enero de 2021, pero los científicos dicen que hay otras 60,000 muertes fuera de esta estadística, registradas como Síndrome Respiratorio Agudo Severo, pero que son Covid-19. Y estas cifras siguen aumentando, con una media que se acerca a los mil muertos por día, como en el peor momento de la pandemia. Ya se han infectado 8 millones de brasileños y la contaminación también está aumentando.

La primera muerte por la enfermedad en Brasil ocurrió en febrero de 2020, y deberíamos llegar a 300 mil muertes después de solo un año de esta primera víctima. El número de infectados y muertos por día se había reducido desde septiembre, pero volvió a aumentar a fines de noviembre, principalmente debido a la reapertura general de comercio y actividades, decretada por gobernadores y alcaldes de todo el país. La mayoría de estos políticos, de todos los partidos, critican las absurdas declaraciones del presidente Bolsonaro, pero, en la práctica, hacen lo mismo que él. Son todos iguales y están practicando el genocidio, ¡especialmente contra los más pobres!

En Manaus, Belém, São Paulo, Río de Janeiro y otras capitales, los hospitales y las UCI ya están de nuevo sobrepoblados. Sin siquiera haber aprobado el uso de ningún tipo de vacuna, Brasil es uno de los países más atrasados ​​del mundo en cuanto a proteger a su población, y la masacre debe continuar en las próximas semanas y meses. No importa si las ciudades están comandados por PSDB, PT, PCdoB, MDB, PSOL, DEM o cualquier otro partido: todo está abierto, para generar ganancias para los empresarios, y la población está muriendo.

Una tragedia global, mayor que casi todas las guerras.

Ya hay 2 millones de muertos en todo el mundo. Pero muchos países ocultan y distorsionan sus verdaderas cifras. Los datos reales probablemente se acerquen a los 3 millones. Pero las cifras oficiales ya exponen una tragedia como pocas en los últimos 100 años.

En Estados Unidos, el país con mayor número de casos y muertes, hubo más de 4.000 muertes en las últimas 24 horas. ¡Ya hay 370 mil muertos en el país! A modo de comparación, según el Departamento de Asuntos de Veteranos de EE. UU., 291,557 soldados estadounidenses murieron en la Segunda Guerra Mundial. En la guerra de Vietnam, otros 58,000 estadounidenses murieron y se estima que hubo 30,000 soldados estadounidenses más muertos en combate en todos los conflictos después de 1945, sin contar los muertos en Vietnam.

En total, hasta la semana que viene, Covid-19, en solo un año, habrá matado a más personas en los Estados Unidos que durante 82 años de guerras, ocupaciones y acciones militares. Con una diferencia terrible: esta vez los muertos son civiles, ¡casi todos trabajadores!

En México ya hay más de 131 mil muertos y la pandemia sigue sin control. En Argentina, hay 44.000 muertos, una matanza sin precedentes en el último siglo. Para que se tenga una idea, cerca de 650 argentinos fueron muertos en la Guerra de las Malvinas según los registros oficiales y ahora hay casi 70 veces más personas muertas en el país. En Brasil, el mayor número de muertes en toda la historia fue durante la Guerra de Paraguay, que duró de 1864 a 1870, cuando Brasil tuvo 50 mil muertes. Ahora, hay 4 veces más muertos en un año. En la gripe española, hubo 35 mil muertes en Brasil. Hoy, ya hay 6 veces más muertos por Covid-19.

Todas las muertes de personas del pueblo deben ser lamentadas, y hay una gran diferencia entre el número de muertos en guerras y el de una pandemia. Pero hacemos estas comparaciones para mostrar que el Covid-19 no es una simple gripe, como decía Bolsonaro, ni era una enfermedad común, como han dicho muchos partidos, incluso de izquierda, a lo largo de un año.

¡Vacunación masiva ahora! ¡Por la nacionalización de toda la red de salud del país!

Los trabajadores deben exigir urgentemente una vacunación masiva. Los gobiernos deben intervenir para multiplicar la producción de vacunas, poniendo la industria farmacéutica al servicio de la fabricación de vacunas, jeringas y equipos necesarios para la inmunización, la prevención del contagio y el tratamiento de los pacientes. Ya no podemos permitir tantas muertes innecesarias.

Desafortunadamente, ningún otro método ha sido eficaz para combatir la pandemia. Ni la cloroquina ni ninguna de sus variables, ni la ivermectina, ni el fármaco Anitta, ni las transfusiones de plasma, ni ningún otro intento de tratamiento, demostraron ser realmente eficaces y capaces de prevenir muertes o ser reconocidos como un método científico confiable delante del Covid- 19.

Por esta razón, la vacuna es un problema de salud pública y debe administrarse de inmediato a toda la población. No podemos aceptar que los gobiernos establezcan plazos de vacunación que pueden tardar 1 año o más en vacunar a toda la población. Además de las más de 200 mil muertes de las que ya es políticamente responsable, Bolsonaro pasa a ser directamente responsable de todas las demás muertes a partir de ahora, pues ya existen vacunas probadas y más de 50 países ya han vacunado a millones de personas. Sin embargo, en Brasil todavía no se ha hecho nada.

La vacunación debe ir acompañada de medidas para hacer frente al caos que se ha convertido en salud en Brasil: expropiación sin compensación de todos los planes de salud, hospitales privados y laboratorios y fábricas que producen medicamentos, vacunas, insumos y dispositivos médicos, como forma de garantizar atención médica gratuita lo más rápido posible para todos los brasileños. Vivimos en una situación de emergencia, peor que la de las guerras. ¡Y tenemos que actuar urgentemente!