¡Contra la violencia a las mujeres! ¡El 25 de noviembre es un día de lucha!

El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, se produjo el brutal asesinato de las hermanas Mirabal, conocido como Las Mariposas. Las hermanas eran activistas acérrimas y protestaban contra los excesos del gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo. Las Mariposas tenían una importante historia de conspiración y lucha. El 25 de noviembre fueron cruelmente asesinadas en una emboscada organizada por la policía a instancias de Trujillo.

Opresiones - November 25, 2020

El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, se produjo el brutal asesinato de las hermanas Mirabal, conocido como Las Mariposas. Las hermanas eran activistas acérrimas y protestaban contra los excesos del gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo. Las Mariposas tenían una importante historia de conspiración y lucha. El 25 de noviembre fueron cruelmente asesinadas en una emboscada organizada por la policía a instancias de Trujillo.

El crimen bárbaro encendió al régimen dictatorial. Incluso muchos de los que apoyaron a Trujillo tuvieron que condenar al régimen, y el asesinato de Las Mariposas fue la gota que colmó el vaso para el régimen de Trujillo.

La masacre llevó a la creación del Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer. Las hermanas Mirabal se han convertido en un símbolo mundial de la lucha de las mujeres. La fecha del 25 de noviembre fue declarada por Naciones Unidas como el día internacional de la no violencia contra la mujer en honor a las hermanas caribeñas.

¡DEJEN DE MATARNOS! ¡QUEREMOS VIDAS!

El capitalismo es un sistema depredador que no tiene interés en reducir el sexismo, el machismo y la vida a costa de explotar a los oprimidos. Es necesario destruir este sistema que viola y oprime a las mujeres.

En Brasil, los datos sobre violencia contra las mujeres son escandalosos: dos de cada tres mujeres ya han sufrido algún tipo de violencia, ya sea física, sexual, moral, patrimonial o psicológica. ¡Las mujeres son violadas y mueren todos los días! ¡Hay más de 65 mil violaciones al año en Brasil! Miles de mujeres asesinadas por feminicidio. Y es culpa de cada gobierno que actúa desde las ciudades hasta el gobierno federal, el Congreso, la Justicia y el capitalismo, porque todo el sistema promueve la violencia contra la mujer, que se explota aún más para generar ganancias para la burguesía. Estamos viviendo una pandemia de todo tipo de violencia contra las mujeres, ¡y solo la lucha directa puede romper este proceso!

Es urgente derrocar al gobierno de Bolsonaro, al Congreso, a la justicia burguesa y a todo el sistema patriarcal, sexista y capitalista que quita los derechos de las mujeres, que nos pone en una situación de vulnerabilidad y nos expone a todo tipo de violencia.

La autodefensa es una medida necesaria para la lucha por la eliminación de la violencia contra la mujer, y es importante que existan cursos de protección personal para las alumnas en las escuelas y para todas las mujeres en los gimnasios públicos y gratuitos en los barrios, además de que tengan el derecho de caminar armadas con gas pimienta, Taser (pistola paralizante) y lo que les permita sentirse más seguras; además de incentivar la formación de comités de defensa y lucha de las mujeres en escuelas y barrios, para la autoprotección y castigo de los agresores de mujeres.

¡No hay capitalismo sin explotación de mujeres!

Mientras exista el capitalismo, habrá violencia contra las mujeres. Derrocar al sistema capitalista es esencial para el fin del patriarcado. La violencia contra las mujeres es la cara más brutal de un sistema que sobreexplota a las mujeres (que reciben un 25% menos que los hombres por el mismo servicio), las priva del derecho a decidir sobre sus propios cuerpos (criminalizando el derecho al aborto y no garantizando libertad reproductiva, acceso a anticonceptivos y atención médica constante) y extrae una gran cantidad de trabajo no remunerado de las mujeres. Este es también un tema que debemos abordar en este día, ya que consiste en la violencia silenciosa contra millones de mujeres.

Además de los trabajos que realizan las mujeres como proletarias, la mayoría de ellas terminan siendo responsables de las tareas del hogar y los niños. Son las arduas dobles y triples jornadas que generan más carga, agotamiento físico y mental, y profundizan aún más la opresión que sufren las mujeres, restringiendo su derecho al descanso, al ocio, al placer, al estudio y a cualquier otra cosa que les interese.

El trabajo doméstico no remunerado es un artificio del capitalismo para que las mujeres no logren la igualdad y la libertad que deberían tener como derecho. ¡Y el trabajo doméstico remunerado está muy mal pagado! El valor monetario de este trabajo realizado por mujeres e incluso niñas o adolescentes asciende a más de 10 mil billones de dólares al año, en un cálculo conservador.

Un informe de Oxfam, una organización internacional que se ocupa de temas relacionados con la desigualdad, también destaca que el 42% de las mujeres en edad laboral están fuera del mercado laboral debido al trabajo doméstico.

Es necesario garantizar la licencia pagada por maternidad por un año para todas las madres e invertir en guarderías públicas gratuitas para todos los niños a partir de 1 año, con provisión de todas las comidas en el colegio o para llevar a casa. El Estado también tiene que garantizar restaurantes populares, de calidad y gratuitos para alimentar a la clase trabajadora, especialmente a las mujeres y sus familias. Debe haber lavanderías públicas gratuitas, asistencia sanitaria y social de calidad para las familias, liberando a las mujeres de la carga más pesada del trabajo doméstico y tratando el cuidado de los niños como una inversión pública y no una tarea privada exclusiva para las mujeres. Luchar por la liberación del trabajo doméstico y las dobles y triples jornadas de las mujeres implica luchar por el fin del patriarcado y también significa exigir el fin del capitalismo. ¡Y son las mujeres las que deben liderar esta lucha, que debe darse en las calles!