Brasil: más desempleo y deuda, menos ingresos e inversiones

¡El número de desempleados en Brasil nunca ha sido mayor! Las cifras dadas a conocer por la Encuesta Nacional de Hogares por Muestra realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) son el récord en todo el conteo histórico. Hay 14 millones de trabajadores sin ningún tipo de trabajo, un aumento del 38,6% desde mayo. El crecimiento representa otros 4 millones de brasileños desempleados en seis meses.

Internacionales - December 31, 2020

¡El número de desempleados en Brasil nunca ha sido mayor! Las cifras dadas a conocer por la Encuesta Nacional de Hogares por Muestra realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) son el récord en todo el conteo histórico. Hay 14 millones de trabajadores sin ningún tipo de trabajo, un aumento del 38,6% desde mayo. El crecimiento representa otros 4 millones de brasileños desempleados en seis meses.

Hubo un aumento del 2% en el desempleo en comparación con octubre, cuando la economía brasileña ya estaba reabierta, elevando la tasa de desempleo al 14,2%. Octubre ya había establecido un récord para los desempleados en Brasil, y noviembre terminó aún peor. El comercio, la industria y los servicios volvieron a sus actividades prácticamente sin restricciones, pero los desocupados siguen aumentando.

La encuesta también destaca la desigualdad de género y raza en el mercado laboral: entre las mujeres, la tasa de desempleo fue del 17,2%, muy superior a la de los hombres, del 11,9%. Los negros también representaron el 16,5% de desempleo, mucho más que los blancos, con el 11,5%. En la evaluación de la edad, el IBGE también identificó un desempleo del 24,2% entre los jóvenes de 14 a 29 años. Las mujeres, los negros y los jóvenes son los más afectados por la crisis capitalista, y también los que más luchan contra sus efectos.

El fin de la ayuda de emergencia empeorará la situación

En enero de 2021 terminará cualquier tipo de ayuda de emergencia, que fue retirada por aproximadamente 68 millones de brasileños. Alrededor de 15 millones de estas personas seguirán recibiendo Bolsa Família, un programa de renta mínima que existe desde hace más de 15 años, pero cuyos montos abonados son, en promedio, solo 1/5 de lo que se recibió como ayuda de emergencia a lo largo de 8 meses de pandemia. El final abrupto de la ayuda provocará un aumento adicional del desempleo, la miseria y el hambre.

La población brasileña considerada ocupada ascendió a 84,7 millones, pero el 34,5% de estas personas son trabajadores informales. La informalidad ha ido en aumento en el país y, hasta noviembre, 29,2 millones de trabajadores no tenían contrato laboral, un aumento del 0,6% con relación a octubre.

Además de tener más desempleo, los trabajadores que tengan trabajo en 2021 deberán tener un 2% menos de ingresos, según la estimación económica. El cálculo considera la masa total de ingresos, es decir, todo lo que ganan todas las personas sumado, incluidos los ingresos del trabajo y los ingresos de otras fuentes, como las pensiones y Bolsa Família. Una reducción de esta gran masa de ingresos significa menos dinero circulando en el país, lo que reduce el consumo y el crecimiento económico.

También se espera que el desempleo, a su vez, medido por la cantidad de personas que buscan trabajo, continúe aumentando y supere los récords que alcanzó en 2020, ya que millones de personas sin ayuda de emergencia tendrán que buscar trabajo nuevamente y no habrá empleo para todos.

En estimaciones del Banco Santander, se espera que el desempleo llegue al 16% al cierre del primer semestre, lo que sería la peor tasa jamás registrada en el país desde el inicio de la serie realizada por el IBGE. Muchos economistas estiman, sin embargo, que la “tasa real” actual de desempleo ya se acerca al 20%, porque un gran número de brasileños ha dejado de buscar trabajo, aunque no lo tiene, porque no ha podido salir a trabajar.

La deuda pública se acerca al 100% del PIB

La recaudación de impuestos federales en Brasil entre los meses de enero y noviembre de 2020 fue de 1,32 mil billones de reales, con una caída real del 7,95% en comparación con el mismo período de 2019. Esta caída en la recaudación ocurrió a pesar de, en Noviembre, habiendo pagado ya impuestos suspendidos en el primer semestre, que representó una ayuda de 14,77 mil millones de reales en la recaudación, además del aumento en la recaudación del Impuesto sobre Sociedades (IRPJ) y Contribución Social sobre la Ganancia (CSLL).

Si, por un lado, la recaudación cayó y no se espera que mejore en los próximos meses, el gasto se ha multiplicado. El llamado “presupuesto de guerra” para combatir los efectos de la pandemia había consumido 411,83 mil millones de reales hasta el 22/9, y debería superar los 600 mil millones de reales (algo como 110 mil millones de dólares) al final del año, ya que todavía hay un monto autorizado que no fue gasto y el gasto también se incrementó nuevamente, con la extensión de las ayudas de emergencia de septiembre a diciembre.

Como resultado de recaudar menos y gastar más, la deuda pública de Brasil ha alcanzado niveles sin precedentes y sigue creciendo. La deuda pública bruta del país alcanzó un récord de 6,574 billones de reales en octubre de 2020, equivalente al 90,7% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central. En el año, el incremento de la deuda pública bruta pasó del 75,8% del PIB en diciembre de 2019 (que ya era muy alto) y deberá rondar el 95% a finales de diciembre de 2020 y alcanzar el 100% de la PIB en otros 3 años, ya que no hay pronóstico de recuperación presupuestaria.

Solo de enero a octubre de 2020, el déficit primario del sector público alcanzó 633 mil millones de reales, sin contar los intereses de la deuda pública. El resultado nominal del déficit (que incluye el pago de intereses) asciende a 919,4 mil millones de reales en el resultado acumulado de enero a octubre, ya que Brasil paga más de 300 mil millones de reales (casi 60 mil millones de dólares) al año sólo en tasas de interes de la deuda.

Fuera de Bolsonaro / Mourão. ¡Fuera todos! ¡Lucha en las calles por un plan obrero!

2020 terminará con un terrible balance de muertes, desempleo y deudas para los trabajadores. Pero, si depende del gobierno de Bolsonaro / Mourão y del Congreso, el año 2021 también será terrible. El presupuesto aprobado intenta contener el aumento de la deuda pública recortando recursos de las áreas sociales. ¡Los ricos quieren que los pobres paguen por la crisis que crearon!

Bolsonaro quiere aprobar un aumento de solo 43 reales (8 dólares) para el salario mínimo. ¡Un absurdo! La ayuda de emergencia terminará, pero la economía sigue en crisis y no hay vacunación de la población. ¡Y el proyecto de presupuesto prevé recortes en salud y educación, además del congelamiento de los salarios de los empleados públicos y la privatización de empresas estatales, que encarecerán aún más servicios como la electricidad, el saneamiento básico y la conducción por carreteras!

Es urgente movilizar a los trabajadores y desempleados para derrocar a Bolsonaro, Mourão y a todo el Congreso. No habrá buena noticia ni solución hasta que los explotados los hayan echado a todos e impuesto un plan de emergencia a los trabajadores. Es fundamental poner en marcha medidas que garanticen la supervivencia digna de la mayoría de la población brasileña, reduciendo la jornada laboral a 36 horas semanales, sin reducir el salario; el aumento inmediato del salario mínimo; e inversión masiva en salud, educación, vivienda e infraestructura, a través de un plan de obras públicas que garantice el empleo para todos. Estas medidas deben ser soportadas por el impago de la deuda pública, la lucha contra la evasión fiscal, el fin de las exenciones fiscales para los grandes empresarios, la nacionalización de empresas privatizadas y la expropiación del sistema financiero, sin compensación alguna.