¡Balas de fogueo! Brasil anuncia plata del propio pueblo y multiplica la deuda, pero nada evita que la economía se hunda.

El gobierno de Bolsonaro anunció, por medio de un decreto, más una medida ante la crisis. Otra vez, es una acción muy chica, que no cambiará nada, y aún peor: con el dinero del propio pueblo. La liberación para que los trabajadores puedan retirar hasta el valor de un salário mínimo de sus propias cuentas del Fondo de Garantía de Tiempo de Servicio (FGTS). Este fondo sirve para ser retirado cuando un trabajador es despedido, y ahora el gobierno está dando com una mano lo que saca con la otra. ¡Es una verguenza!

Nacionales - April 9, 2020

El gobierno de Bolsonaro anunció, por medio de un decreto, más una medida ante la crisis. Otra vez, es una acción muy chica, que no cambiará nada, y aún peor: con el dinero del propio pueblo. La liberación para que los trabajadores puedan retirar hasta el valor de un salário mínimo de sus propias cuentas del Fondo de Garantía de Tiempo de Servicio (FGTS). Este fondo sirve para ser retirado cuando un trabajador es despedido, y ahora el gobierno está dando com una mano lo que saca con la otra. ¡Es una verguenza!

Además, el decreto 946 extingue otro Fondo, del PIS-Pasep, y transfiere sus activos al FGTS. Esta es ya la cuarta ola de retiro de FGTS desde el gobierno anterior, de Temer, en solo 3 años. Según las previsiones del gobierno, la nueva liberación de fondos llegará hasta R $ 36 mil millones (US$ 7 mil millones). Puede parecer mucho, pero es una gota en el océano de la crisis. Se espera que la deuda pública de Brasil aumente en más de R$ 300 mil millones (US$ 60 mil millones) en los próximos 9 meses, casi diez veces más.

El la economia, se habla que es necesaria una bala de plata para matar un gran problema. En este caso, no pasan de balas de fogueo, así como propuestas teatrales como el “presupuesto de guerra” y la inyección de dinero para que los bancos ofrezcan más crédito a las personas que no pueden tomar crédito.

Mientras tanto, la economía brasileña se derrite, las empresas pierden casi la mitad de su valor y el dólar se dispara. Además de la parálisis del gobierno, el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, no puede tomar medidas concretas. El BC ya ha quemado más de US$ 35 mil millones de las reservas de divisas de Brasil y el valor del real continúa cayendo.

¡El PIB caerá más del 5% en el año! “Aumenta la deuda o colapsará”.

El pronóstico de crecimiento económico para este año ya ha sido descartado. Ahora, el debate es sobre cuánto será la caída. De acuerdo con Itaú, el mayor banco del país, el PIB caerá un 6,4%! Sería el peor resultado de todos los tiempos en el análisis de décadas de la economía brasileña.

Pero este pronóstico no es solo para Itaú. Según el ex ministro y ex presidente del banco central de los gobiernos de FHC, Lula y Temer, Henrique Meirelles, uno de los principales economistas burgueses del país: “Nuestra estimación inicial fue una caída que podría ser del 10% en el segundo trimestre y el tercer trimestre. 3% en el año. Hoy, esto está claramente subestimado. Y ya estamos pensando que hay algo por encima del 5% en el año y, obviamente, mayor caída en el trimestre, una fuerte caída.”. Es una calamidad!

Uno de los líderes neoliberales de Brasil y gran defensor del control de gastos, Henrique Meirelles dice que es urgente aumentar el gasto público, la presencia del Estado en la economía y la impresión de dinero, incluso a gran escala: “El Banco Central tiene gran espacio para expandir la base monetaria, es decir, imprimir dinero, el idioma más popular.”. La burguesía está desesperada.

En relación a lo que sería una “tranquilidad” de Brasil ante la crisis, que son las reservas de divisas de más de US $ 340 mil millones, Meirelles, uno de los responsables de la creación de esta reserva, admite: “el problema de vender las reservas es que, contrariamente a lo que podría sugerir el nombre, no es efectivo en la mano que tiene allí. El Banco Central, para comprar reservas, se endeudó con dinero prestado en el mercado (aumento de la deuda pública) “.

En otras palabras, ¡nadie hizo ninguna reserva! Lula y Meirelles, en ese momento, crearon un “ahorro” en un lado haciendo más deuda en el otro. Como si una persona pobre cambiara sus US$ 2 de una mano a la otra.

Él también afirmó que Brasil, que, como máximo, invertirá el 4% del PIB para combatir la crisis (incluidos los US$ 120 para cada uno de los millones de informales) no puede hacer lo mismo que Alemania, que invertirá más del 30% del PIB en medidas contra Impactos del coronavirus. Meirelles dice que es mejor dejar que la deuda suba a pesar de que puede salir del nivel actual de 76% del PIB para alrededor del 90%. “Mira, es el menor de los males. ¿Cuál es la alternativa (al incremento de la deuda)? La alternativa es el colapso económico”!

La economía nunca será la misma. Una crisis sin precedentes.

Además de la destrucción económica a corto plazo, los efectos de la crisis capitalista continuarán durante mucho tiempo. La crisis comenzó mucho antes de Covid-19. De hecho, es la misma crisis que ha estado ocurriendo desde 2008, hace 12 años, con cortos períodos de aparente recuperación parcial. Y esta crisis es sistémica para el capitalismo.

El mundo entero experimenta la incapacidad para aumentar las fuerzas productivas bajo el capitalismo, sin que existan nuevos mercados de consumo a explorar y con un endeudamiento récord de países, empresas y familias. No hay salida del capitalismo y la interrupción forzada de la producción en todo el mundo solo ha agravado la crisis que ya estaba antes y que estaba a punto de explotar. Fue la crisis dentro de la crisis.

Ahora, la burguesía se aprisa para tratar de evitar la depresión total de la economía, para que continúe funcionando al menos mínimamente. Los anuncios de miles de billones de dólares realizados por los gobiernos de los Estados Unidos y la Unión Europea no pueden evitar que miles de empresas se desmoronen, se creen nuevos millones de desempleados y hambrientos, se destruyan parte de los parques industriales y las deudas públicas crezcan hasta un punto donde una nueva ola de “austeridad” liberal espera a los trabajadores en los próximos años.

El capitalismo tratará de hacer que los trabajadores paguen caro por los pocos recursos que tiene disponibles en este momento. En el futuro cercano, se verán retirados estos beneficios. Pero en unos pocos meses más, lo que vendrá será aún peor: habrá nuevos recortes presupuestarios en el área social, reformas neoliberales contra los jubilados, “reformas” laborales y contra funcionários públicos.

Los bancos y las multinacionales, en su mayor parte, serán aún más ricos cuando termine la crisis, incluso si ahora están experimentando algunas dificultades, ya que serán salvados por los gobiernos. Por otro lado, algunas de estas empresas también se derrumbarán, pero serán las empresas medianas y principalmente pequeñas las que desaparecerán, remodelando parte de la estructura burguesa.

Esto significa que la maquinaria del Estado burgués funcionará para que los trabajadores y los explotados paguen la mayor parte de la crisis, pero también penalizará a parte de la pequeña burguesía y a algunos burgueses para quienes no habrá más espacio. El resultado será una mayor concentración de ingresos, capital y propiedad de los medios de producción. Menos burgueses poseerán aún más cosas y la clase trabajadora sufrirá una de las mayores oleadas de ataques que haya sufrido.

¡Tenemos que reaccionar! Proponer medidas inmediatas que hagan que los multimillonarios paguen por la crisis y que el Estado garantice la supervivencia, los derechos, los salarios y el empleo de todos los trabajadores. Pero estas medidas deben ir acompañadas de una lucha por la destrucción de este sistema capitalista, junto con la expropiación de la burguesía y la construcción de un modo de producción socialista. La vida del 99% de la humanidad depende de ello.

¡Que los ricos paguen la crisis!

– Fuera Bolsonaro / Mourão. ¡Fuera todos!

– Estabilidad laboral para todos, nacionalización sin compensación de cualquier empresa que despida.

– Prohibición de reducción salarial y retirada de cualquier derecho!

– ¡No pagar la deuda pública!

– Nacionalizar todo el sistema financiero, sin compensación.

– Poner fin a todas las exenciones fiscales para grandes empresarios y combatir la evasión fiscal.

– Impuestos sobre grandes fortunas y especuladores de fondos y la bolsa de valores!

– Garantizar ingresos mínimos para todos los desempleados, informales, por su cuenta y otros trabajadores precarios. Inmediatamente y con urgencia, exija el salario mínimo de US$ 210 a cada una de las 50 millones de personas precarias en Brasil, vigente a partir de marzo.

– Reduzir la jornada laboral a 36 horas a la semana sin reducir los salarios.

– Garantizar el suministro gratuito de luz y agua para todos mientras dure la crisis, así como el pase gratuito para todos los que necesiten tomar el transporte público.

– Invertir masivamente en salud, investigación científica y multiplicar la contratación de estos profesionales.

– Preparar un importante plan de obras públicas después del pico de la pandemia.

– Aumentar el salario mínimo al monto mínimo de acuerdo con las demandas básicas (U$$ 900) como una forma de reavivar la economía.

– Pagar los salarios de todos los trabajadores en empresas que quiebran o no mantienen sus pagos, así como garantizar subsidios y créditos sin intereses a pequeños comerciantes y trabajadores independientes.– Organizar a los vecinos, compañeros de estudio y trabajo, sea virtualmente y luego en comités populares, para definir todas las medidas que afectan a la mayoría de la población, rechazando las medidas de los poderes burgueses que nos llevaron a esta situación.