Accidentes de trabajo graves en Minas Gerais tienen culpables: ¡empresarios y gobiernos!

En menos de tres semanas, hubo cuatro accidentes graves en Minas Gerais. Todos ocurridos en la región del Medio Oeste del estado. Desafortunadamente, en una fábrica de calzados de Nova Serrana, hubo un incendio que dejó dos muertos y al menos tres trabajadores en estado grave por quemaduras. El sector del calzado es uno de los que tiene el mayor grado de explotación, en muchos casos con trabajos análogos al trabajo esclavo, incluso con niños que operan máquinas. Por lo tanto, el resultado no podría ser diferente.

Los dueños de las fábricas acogieron con beneplácito la extinción de varias NR (Normas Regulatorias) por el actual gobierno de Bolsonaro. Ahora, no necesitarán invertir en seguridad y podrán aumentar la producción a cualquier costo, incluso causando riesgos y muertes. Frente a esta lamentable imagen, donde las ganancias están por encima de todo, no hubo otra: ocurrió un accidente que conmocionó a los residentes de Nova Serrana y a todos los que supieron de esta tragedia. Trabajadores en llamas y luchando por apagar las llamas en sus cuerpos…

Este escenario terrible es constante en Minas Gerais, donde hay una gran cantidad de mutilaciones de miembros, muertes y accidentes que dejan a los empleados discapacitados o con graves consecuencias. Por ejemplo, en las fábricas de fuegos artificiales, hay episodios frecuentes en los que las fábricas explotan a los trabajadores.

En Itaúna, otras dos fábricas en el sector metalúrgico tuvieron accidentes graves. En Siderúrgica Ferguminas, las vidas de cuatro trabajadores casi fueron quitadas en un alto horno que produce arrabio para la fabricación de acero. Esta compañía ha muerto por asfixia por CO2 en el pasado y mantiene su negligencia e irresponsabilidad, casi matando al menos a otros cuatro trabajadores nuevamente. Los trabajadores estuvieron expuestos a una alta concentración de dióxido de carbono por la quema de carbón, y cuando entraron al recinto, pronto se enfermaron y se desmayaron. Los compañeros de servicio, mientras intentaban rescatarlos, también fueron noqueados, lo que también le sucedió a uno de los bomberos que fue llamado para ayudar. Afortunadamente, no hubo muertes entre estos trabajadores, pero todos fueron hospitalizados y tardaron dos días en recuperarse, y aún pueden tener secuelas físicas, además de secuelas psicológicas.

¡No podemos pensar que los accidentes son normales y que pueden suceder, porque no lo son! Es pura irresponsabilidad que las empresas no garanticen la mínima salud y seguridad a los trabajadores. ¡Exigimos medidas urgentes y serias para cambiar esta situación! ¡Basta de accidentes!

En Fundigusa Foundry, hubo otros accidentes, que provocaron que los trabajadores se asustaran dos veces, cuando su horno estaba en llamas. Hubo dos eventos en solo dos semanas, que muestran que no se hizo nada para prevenir el primer accidente y ni siquiera después de que sucedió, lo que llevó a una repetición de la situación. Para los jefes, nuestras vidas importan poco, al igual que les importa poco la vida de los trabajadores en esta pandemia, exponiendo a los trabajadores a trabajar en áreas que no tienen nada esencial, pero que aún funcionan (y sin reglas básicas) seguridad) debido a la protección que los gobiernos les dan a estos empresarios.

Los jefes están protegidos en sus mansiones o casas de campo mediante la cuarentena. Mientras tanto, los trabajadores se vieron obligados a continuar tomando autobuses abarrotados para ir a trabajar y exponerse al virus, a riesgo de morir por Covid-19 y, como podemos ver, también por un accidente en el trabajo. Los gobiernos, la justicia y todo el sistema están haciendo todo lo posible para garantizar el beneficio del empleador.

Todas estos hechos ponen en tela de juicio el sistema capitalista, donde el trabajador solo recibe migas y trabaja hasta que muere, y que solo sirve para enriquecer media docena de parásitos que viven de la explotación del trabajo de otras personas, además de la especulación financiera. Los trabajadores manejan toda la economía y los “carruajes de la muerte” de empresarios exigiendo que se termine la cuarentena mostraron esto, cuando los ricos quieren obligar a sus empleados que regresen al trabajo, desesperados por el hecho de que aquellos que generan riqueza están paralizados. Tenemos que detener este sistema de cosas y poner fin a este sistema podrido y asesino. Los trabajadores pondremos fin al capitalismo o este sistema opresivo nos tragará. Esta transformación de la sociedad tendrá lugar a través de la lucha revolucionaria y la construcción del socialismo. No más muertes, hambre y miséria!