105 mil muertos en el mundo! ¡Más de mil muertos y 20 mil casos en Brasil!

La pandemia del nuevo coronavirus (Sars-Cov-2) alcanza números aterradores en todo el mundo, y también en Brasil. Ya hay más de 105 mil muertos en todo el mundo, con más de 19 mil en Italia, 18 mil en los Estados Unidos, 16 mil en España, 13 mil en Francia, 9 mil en Inglaterra y creciendo en todos los continentes. En Brasil, hay 1056 muertos y más de 20 mil infectados oficialmente. Es una carnicería contra los trabajadores.

En Brasil, en los últimos 4 días ha habido más de 100 muertes todos los días, y hay casi 2 mil nuevos infectados diariamente. La tasa de letalidad del virus en Brasil es muy alta, del 5,4%, y descarta la tesis de que el virus no se propagaría en los países cálidos. El Brasil tropical, a pesar de que acaba de salir del verano, con temperaturas superiores a los 30º, tendrá entre 3.000 y 5.000 muertos a fines de abril, y nadie sabe hasta dónde puede llegar.

Incluso los pocos “negacionistas” de la gravedad de la pandemia, frente a los hechos, tienen que cambiar de opinión, al igual que el presidente de los Estados Unidos y el primer ministro del Reino Unido, Donald Trump y Boris Johnson, dejando solo algunos personajes pintorescos como el presidente Bolsonaro de Brasil marchando em contra de la historia.

Sin embargo, esta aparente unanimidad en torno a la gravedad de la pandemia se disipa al proponer soluciones. El capitalismo ha destruido los sistemas de salud en todo el mundo, privatizando, recortando presupuestos de salud y despidiendo profesionales. Ahora, no hay suficientes hospitales, camas y medicamentos, y mucho menos una vacuna o un tratamiento específico, y las personas mueren sin cesar. Pero la derecha y la mayoria de la izquierda se resumen a proponer salidas que no resuelven nada, com paliativos o medidas que no llegan a los más pobres.

Es urgente nacionalizar todos los hospitales, clínicas y laboratorios privados y centralizar la atención de la salud bajo un solo sistema estatal, público y gratuito, con la inversión de fondos suficientes, del impago de la deuda pública, la expropiación del sistema financiero y la imposición de impuestos contra grandes fortunas.

Se producirán millones de muertes si las vidas de los trabajadores no se colocan por encima de las ganancias, y solo una salida anticapitalista puede detener esta masacre capitalista.